domingo, 26 de febrero de 2023

Córdoba en la prensa ilustrada del siglo XIX


Portada de La Ilustración de 1896 con un grabado fotográfico de la portada del actual Palacio de Congresos de Córdoba, obtenido a partir de la fotografía de la casa Hauser y Menet.


Hasta no hace tanto, para mucha gente lo mejor del domingo era salir a tomar la cervecita a una terraza al sol mientras disfrutaba de la prensa. Para mí, los suplementos dominicales eran mi pasión, ya que ofrecían un gran despliegue fotográfico en sus páginas de papel couché, casi siempre en color, donde se podía disfrutar del trabajo de los mejores fotógrafos del momento. Hoy, son pocas las revistas que sobreviven a la revolución de internet. Un formato que vivió grandes épocas de esplendor y que está a punto de desaparecer. 


Proceso de grabado xilográfico.

En nuestro país, sus orígenes se remontan al primer tercio del siglo XIX con el nacimiento de las primeras revistas ilustradas, que no gráficas, como el Semanario Pintoresco Español (Madrid 1836-1857). Este periódico, de salida primero quincenal y posteriormente semanal, ofrecía en sus páginas contenidos muy variados dirigidos a toda la familia. Eso sí, a familias de clase acomodada que eran las que se podían permitirse ese gasto y que, además, sabían leer. La gran novedad e impacto de estas publicaciones será el uso de la imagen como nuevo lenguaje informativo al incluir varios grabados en cada ejemplar. Su temática, al igual que el resto de la información, era muy diversa y abarcaba desde informaciones sobre moda femenina, noticias de actualidad, reproducción de obras de arte, retratos de personajes célebres o vistas de ciudades y monumentos de todo el mundo. Hablamos de un momento en que la fotografía estaba en sus comienzos y las revistas recurrían a dibujos del natural impresos mediante el uso de la técnica del grabado sobre madera o xilografías para ilustrar sus páginas. 


Bellísimo grabado de la cabecera de la revista.

En 1869, nace en Madrid la gran publicación ilustrada española del XIX: La Ilustración Española y Americana. Heredera de El Museo Universal, esta sigue los pasos de grandes cabeceras europeas como la británica The Illustrated London News o de la francesa L´illustration, apostando por el uso masivo de imágenes. Aunque por entonces, los sistemas de impresión aún no habían conseguido reproducir fotografías. Los editores, conscientes de su interés y atractivo para los lectores, comienzan a incorporarlas a sus informaciones. Ante la imposibilidad técnica de imprimirlas de forma directa usan una sencilla solución, copiar las imágenes mediante grabados xilográficos y lo más importante para los lectores, indicar a su pie que la estampa es copia de una fotografía. Una frase fundamental que dotaba al grabado de toda la veracidad y realismo de su matriz fotográfica. No obstante, al menos con la cultura visual de hoy día, su diferenciación es muy fácil, porque la pericia de los grabadores era excelente y no solo conseguían trasladar todo el realismo de la fotografía, sino también el efecto de perspectiva y volúmenes de las imágenes. Aunque en ocasiones, los grabadores modificaban las imágenes incorporando de su imaginación grupos de personas a las vistas, ante la incapacidad de la fotografía de la época de captar personas en movimiento.

En el medio siglo de vida de la revista esta publicó con cierta frecuencia grabados cordobeses, tanto procedentes de dibujos como de fotografia. En el caso de los fotográficos, su interés, como no, estuvo centrado en el patrimonio monumental de la ciudad que reproducía las imágenes del catálogo de la casa fotográfica del madrileño Jean Laurent  (Garchizy 1816-Madrid 1886). Sus espectaculares vistas de la Torre de la Malmuerta, la Mezquita, la Calahorra o del Puente Romano se alternaban con tomas de tipos como la de las jornaleras en plena faena de la recolección del cereal o el retrato del torero Lagartijo. Años más tarde, la publicación sustituirá este fondo fotográfico por el de la editora madrileña Hauser y Menet del que publica una detallista imagen cordobesa de la fachada del actual Palacio de Congresos de la calle Torrijos. El único fotógrafo local que publicó en sus páginas fue el malagueño afincado en la ciudad José Oses (Málaga 1840-1893), que les remitió, por entonces los mismos fotógrafos enviaban sus fotos de forma gratuita a las revistas para su inclusión, si lo creían adecuado, dos fotografías de su espectacular panorama del Real de la Feria de Nuestra Señora de la Salud en los llanos de la Victoria de 1882. 



Magnifico grabado de la fabulosa fotografía de la casa Laurent de un grupo de jornaleras cordobesas.


La mejora de los sistemas de impresión en la década de 1880 gracias a la introducción del sistema de trama por medios tonos irán transformando a las revista ilustradas que se ven obligadas a modernizarse. Las primeras fotografías cordobesas reproducidas de forma directa por medios fotomecánicos no aparecen en La Ilustración hasta 1898, cuando incluye un amplio reportaje del mortal accidente en la mina Santa Isabel de Belmez. Se trata de cuatro fotografías, en las que no falta al pie el crédito del fotógrafo, un para nosotros desconocido D.E. Lupiáñez, que muestran varias vistas de la mina y de los funerales de las víctimas. A partir de este año, los grabados informativos cederán su papel a las reproducidas fotográficas directas y estas solo aparecen en la publicación cuando son obras artísticas originales, en su mayoría de un estética costumbrista tan de moda en la España de la época. Con la llegada del nuevo siglo, el formato comienza a estar desfasado. Además, el impacto de la nueva prensa gráfica, con diseños y formatos más modernos en los que la fotografía es la gran protagonista informativa, la llevan a un continuo declive y la pérdida de lectores que la obligan a su cierre en 1921.

 


Xilografía a partir de fotografía de la casa Laurent de la Torre de la Calahorra.
 




Retrato del diestro Lagartijo xilografiado de una fotografía de Jean Laurent.






Dos grabados de la revista a partir de fotografías del malagueño Oses del Real de la feria de la Salud.



Dos vistas de la Mezquita Catedral de la compañía de Jean Laurent reproducidas como grabados por la revista madrileña.





Monumental xilografía de la célebre vista De la Torre de la Malmuerta realizada en 1867 por J. Laurent.




Primeras fotografías cordobesas reproducidas de forma directa por la revista.
Accidente de Belmez por Lupiáñez.



martes, 31 de enero de 2023

Luis Masson en Córdoba: 1859.


Una de las dificilísimas vistas del interior de la Mezquita de Masson en la que se aprecian las arquerías blanqueadas
.


Curiosa toma del Puente Romano y el río realizada por Luis.



Sorprendente encuadre de la avenida del Gran Capitán captada por Masson.

Acabo de darme cuenta que nunca le había dedicado una entrada en el blog a Luis Leon Masson (Tours 1825-¿?), uno de de los fotógrafos monumentales y de vistas más interesantes de todo el siglo XIX español. Este profesional francés, del que realicé un amplio estudio en mi libro El Laberinto de Columnas, realizó una temprana y numerosa producción de casi medio centenar de fotografías en la ciudad que hemos datado entre 1858 y 1865. La calidad de su trabajo es similar a la de los dos grandes nombres de la fotohistoria española de este periodo: Clifford y Laurent. Sin embargo, Luis aún es un gran desconocido y ha pasado casi desapercibido en los manuales de la historia de la fotografía en España.

Luis realizó su colección de vistas y monumentos españoles de forma simultánea tanto en formato sencillo como estereoscópico. El reportaje en 3D de Luis está considerado como uno de los primeros trabajos estereoscópicos realizado por un autor local en España. De su paso por la ciudad no ha quedado ninguna noticia en la prensa cordobesa de la época, que sí solía informar en sus páginas de la llegada y estancia de otros muchos colegas. Eso sí, sabemos que Masson muy probablemente se alojó durante su estancia en la ciudad en la célebre Fonda Rizzi, habitual hospedaje de visitantes a mediados del siglo XIX en la céntrica calle Cabildo Viejo, hoy Ambrosio de Morales. Y ello, gracias a la vista estereoscópica que obtuvo del barrio de la Axerquía desde su terraza. Por las fotografías que le conocemos tan solo podemos aventurar una visita anterior a 1865, al aparecer todas las vistas del interior de la Mezquita con las arquerías aún blanqueadas.  

Nuestro colega, el investigador granadino Carlos Sánchez Gómez, si ha podido datar con mucha precisión las fotos de Luis en la Alhambra gracias al estado de conservación del monumento nazarí en sus imágenes y que lo fija en torno a dos viajes en 1859 y 1861. Una horquilla temporal que, gracias al hallazgo que hemos realizado de una nueva fotografía cordobesa de Luis en la colección fotográfica de la Universidad de Navarra, podemos aplicar también a su reportaje de la ciudad. 






Vista estereoscópica de Córdoba y detalle, Luis Masson cerca 1859/1862.


Se trata de una fotografía estereoscópica, que muestra una clásica vista de la ciudad desde la orilla del Guadalquivir junto a la Torre de la Calahorra. Esta copia no aparece firmada, pero es idéntica en su formato, cartulina y textos identificativos de otras de sus fotografías cordobesas, por lo que le es fácilmente atribuible. Pero lo más importante es que el fotógrafo elige un encuadre en el que se aprecia a la perfección el estado del molino de San Antonio, cuando aún está sin reformar su embarcadero. Su estado coincide a la perfección tanto con la fotografía realizada por los profesionales de la casa Ferrier en 1857 como con la toma de Charles Clifford realizada en 1859. Una vista que el galés repite casi miméticamente en 1862 durante la visita de Isabel II a la ciudad y en la que ya se aprecia como el molino ha sufrido una profunda rehabilitación en su estructura de acceso. Gracias a estas dos fotografías y a la fecha de la llegada a Andalucia de Masson, en el verano de 1858, nos encontramos en disposición de cercar aún más la fecha de la realización del reportaje cordobés de Luis a la horquilla entre los años 1859 y 1862.



Vista de la ciudad de la casa Ferrier de París de 1857.






Vista sur de Córdoba, Charles Clifford 1859.




Vista sur de Córdoba, Charles Clifford 1862.


Un dato que confirma a Masson entre los cinco pioneros que captaron fotografías de la ciudad en la década de 1850 y su trabajo, de una gran variedad urbana y monumental, como uno de los mejores de toda la fotografía cordobesa del siglo XIX.



Para saber más:

-Fernández Rivero, Juan Antonio y García Ballesteros, Teresa. Descubriendo a Luis Masson: fotógrafo en la España del Siglo XIX. Málaga: 2017.

-González, Antonio Jesús. El laberinto de columnas. Fotografías y fotógrafos en la Mezquita Catedral de Córdoba. Córdoba: Cabildo Catedral de Córdoba, 2018.