jueves, 23 de febrero de 2017

Los Garzón, fotógrafos de la Alhambra y de la Mezquita.

Antes de nada pediros disculpas a los que no les guste mucho el tema de la fotografía antigua, ya que esta es la tercera entrada consecutiva de este año. No obstante, en el blog seguiré hablando de todo tipo de fotografía, pero esta entrada era ineludible con motivo de la adquisición del archivo del retratista granadino Rafael Garzón por parte del Archivo Municipal Córdoba. Sin duda una gran noticia para la fotografía andaluza. 





Uno de los más célebres fotógrafos andaluces del siglo XIX es Rafael Garzón Rodríguez (Granada 1863-1923). Nuestro retratista nace en Granada en 1863 fruto del matrimonio de los granadinos Nicolás Garzón Sánchez y de Angustias Rodríguez y Ruiz de Almirón. Gracias a su Nieto Rafael Garzón Valdearenas conocemos que sus primeros contactos con el mundo de la fotografía son familiares, ya que su hermano mayor Nicolás, intérprete y anticuario, estaba casado con una hija del fotógrafo francés Charles Maufsaise. No obstante, y según nos confirmó su nieto, Rafael aprendió la profesión en Madrid, en el aristocrático estudio de Juan Mon en la Puerta del Sol 5, ciudad donde se instaló algún tiempo junto a su padre. De vuelta a Granada, Garzón perfecciona sus conocimientos en el estudio del gran retratista granadino José García Ayola. Pero en 1883, con tan sólo 20 años, Rafael monta su primera galería en la calle Real de la Alhambra. Garzón realizó un importante archivo fotográfico monumental y de vistas de ciudades en el que contaba con tomas de las localidades de Granada, Sevilla, Málaga, Ronda, Cádiz, Algeciras, Gibraltar, Toledo, Tánger y, cómo no, Córdoba. 

Este modelo de negocio fotográfico también lo venían desarrollando en la ciudad del Darro varios colegas como el ciudadrealeño Rafael Señán González (Ciudad Real 1864 – Granada 1909). Y con el que Garzón se asocia el 1 de Febrero de 1898 para perfeccionar este original y novedoso negocio fotográfico enfocado a los visitantes que recibía la Alhambra: La galería turística. En la casa Garzón y Señán los retratistas reúnen todos los servicios fotográficos que un turista de la época podía requerir: placas fotográficas para sus cámaras, servicio de revelado, bellas fotografías en distintos tamaños de los principales monumentos y obras de arte, postales de idéntica temática y por último el gran atractivo de su estudio, el patio árabe del Kadí. Este recreaba un patio de la Alhambra, donde los turistas podían fotografiarse como el mismísimo Boabdil tras disfrazarse con alguna de las prendas y objetos de su guardarropa y atrezo oriental. Estos recuerdos granadinos tuvieron tal éxito, que pronto todos los retratistas granadinos lo imitaron construyéndose su propio patio nazarí. 


Rafael Garzón Rodríguez y Rafael Garzón Herranz en la galería cordobesa de la Puerta del Puente.


Sin embargo es muy probable que este éxito fuera el que provocara la disolución de la sociedad, que llevó a los fotógrafos a separarse el 21 de septiembre de 1901, aunque legalmente la ruptura empresarial se produjo en enero de 1904. Tras la ruptura, Señán continúa con su estudio en Granada: La gran mezquita de Boabdil en la calle Alhambra 45 y en 1908 decide exportar el negocio a Córdoba, donde se instala en la plaza del Triunfo, 129. Un estudio que es operado por su esposa Nicasia Aldeondo. 

Por su parte, Garzón además de abrir estudio en la misma calle Alhambra 14, instalará sucursales de su galería en Sevilla, en la calle Méndez Núñez, 5, al menos desde 1904, y en nuestra ciudad, donde en 1910 inaugura “La casa del Kalifa” en la plaza del Triunfo, 127, justo en el local contiguo al de su antiguo socio. En este estudio, Rafael construye con la ayuda de artesanos granadinos un patio galería similar al de Granada, pero personalizado para nuestra ciudad con dos fondos a modo de decorado cinematográfico. Uno simula el interior de la Mezquita y otro un ventanal que muestra la vista monumental de la ciudad desde la torre de la Calahorra. Todo personalizado para Córdoba donde ofrecer un servicio fotográfico especializado para el visitante que venía a conocer el gran templo Omeya. 

Aunque parece que Garzón gestionaba los tres estudios, él sólo dirigía personalmente la casa de Granada. En el resto de las galerías contaba con la colaboración de varios miembros de su familia, su cuñado Fernando Fernández en el estudio sevillano y su hijo Rafael Garzón Herranz (Granada 1890 – Córdoba 1966) se establece en la casa de Córdoba. Aquí contrae matrimonio con la cordobesa Emilia Alijo Criado, con la que tiene cinco hijos: Rafael, Emilio, Concepción, José, Juana y Daniel. Instalándose en Córdoba de forma definitiva.

jueves, 9 de febrero de 2017

Fotógrafos cordobeses en la Real Academia.

Pocas instituciones culturales pueden presumir como La Real Academia de Córdoba de una historia de más de dos siglos de vida. Desde que fuera creada, allá por 1810, como una escisión de la Real Sociedad Patriótica del País ha capitaneado gran parte de la cultura, las artes y las ciencias en la ciudad de Córdoba. No obstante, es una entidad no demasiado conocida por la ciudadanía a pesar de los esfuerzos realizados en las últimas décadas por sus directores en abrirse a la sociedad cordobesa. 

Su historia está conformada por los nombres de los grandes creadores e investigadores de la provincia, pero solo desde 2002 abrió sus elitistas puertas a la fotografía con la incorporación del querido Juan Vacas Montoro como académico correspondiente. Sin embargo, la institución ha contado casi desde sus inicios entre sus miembros con grandes amantes de la fotografía e incluso con fotógrafos profesionales. Aunque la mayoría de estos fotógrafos consiguieron su entrada a la Academia como pintores. 





Obras de José Saló, Joaquín Hernandez de Tejada y Ventura Reyes.


Este es el caso de José Saló y Junquet (Mataró 1810 - Córdoba 1877), pintor de reconocido prestigio en la ciudad y primer director de la Escuela de Bellas Artes de Córdoba. En 1854 poseía una galería de daguerrotipista profesional y estaba especializado en retratos de fallecidos. Además de a la academia cordobesa, José también pertenecía de la Academia Nacional de Nobles Artes de San Fernando desde 1870. Idéntica es la historia de Joaquín Hernández de Tejada (¿? 1826 - Córdoba 1871), académico cordobés y de la de San Fernando desde 1868. Fue un destacado pintor de su tiempo en la ciudad, que también tuvo galería de retratos fotográficos en la calle Pedro López desde al menos 1867. Aunque su gran trabajo y por el que ha pasado a la historia de la fotografía española es por realizar el primer censo fotográfico de retratos de bandoleros, para el proyecto pionero de seguridad del gobernador de Córdoba Julián Zugasti.


Más amplio es el perfil profesional de Ventura de los Reyes y Corradi (Sevilla 1836 - Sevilla ¿1902?). Pintor con una dilatada formación en la Escuela de Bellas Artes de Sevilla. En 1868 se instala en Córdoba por motivos familiares, donde Corradi simultanea desde 1875 las actividades de fotógrafo, literato, periodista, pintor y docente. Dentro del mundo de la pintura, Ventura llegó a ostentar el cargo de catedrático de la Escuela Provincial de Bellas Artes en la década de los 70, entrando en 1876 formar parte de la Academia cordobesa.





Obras de Rafael Romero Barros, Enrique y Julio Romero de Torres.


Dentro del campo de las bellas artes en la Academia destaca la enorme figura de Rafael Romero Barros (Moguer 1833 - Córdoba 1895), quien practicó la fotografía no sólo como aficionado, sino también en sus obras, ya que realizó algunos retratos iluminados sobre fotografías. Una pasión por el arte de Daguerre que sin duda trasmitió a sus hijos Julio Romero de Torres (Córdoba 1874 – 1930) y Enrique Romero de Torres (Córdoba 1872-1956), ambos académicos y aficionados a la fotografía. Julio la utilizó de forma habitual como herramienta auxiliar para la realización de sus retratos, tomando fotografías a sus modelos como apuntes. Mientras que Enrique documentó fotográficamente sus trabajos de investigación en el Catálogo Histórico-Artístico de la provincia de Jaén y de Cádiz.





Obra de José Sánchez Muñoz.

Dentro del grupo de fotógrafos aficionados podemos enumerar a los académicos Hilario Jesús Solano Sánchez (Belmez), columnista del Diario de Córdoba y empresario; José Sánchez Muñoz (Córdoba 1845 - 1911) hijo del gran industrial Sánchez Peña, es un claro ejemplo del aficionado a la fotografía entre las clases acomodadas de la burguesía cordobesa del último tercio del siglo XIX. Algo posterior es José Martín Ribes (Córdoba 1896 – 1976), hombre de ciencia y catedrático de la escuela de Veterinaria de Córdoba. Este tuvo entre sus grandes pasiones la fotografía y el cine, siendo pionero en nuestra ciudad en trabajos de microfotografía. Asimismo, Ribes fue un gran amante de las técnicas de copiado pictorialistas y la mayoría de su obra fue depositada en la Academia cordobesa.


El salario del algodón de Juan Vacas.
Pero hay que esperar hasta el siglo XXI para que la fotografía entre por su nombre en la Academia Cordobesa de la mano del genial Juan Vacas Montoro (Jaén 1923 – Córdoba 2007), socio fundador de Afoco y avalado por su vasta producción artística, que abordó desde el neorrealismo al retrato sicológico y la abstracción. Tras su pérdida, y después de unos años sin presencia de fotógrafos en la institución cultural, el fotoperiodista de Diario Córdoba, Francisco Sánchez Moreno (Castro del Río 1967), volvió a llenar la Academia de imágenes con una excepcional muestra de retratos de los 33 académicos numerarios de la institución. 

Una presencia ganada por derecho y reconocida desde hace décadas en otras academias españolas como la de San Fernando y que avala el trabajo de tantos cordobeses por la fotografía. Un reconocimiento recíproco que engrandece a la Academia y a la fotografía cordobesa.




Francisco Sánchez Moreno con su obra Académicos.

Fuentes:
Actas de la Real Academia de Córdoba. http://www.racordoba.es/
Padrones del Ayuntamiento de Córdoba. 
Family Search. 
Diario de Córdoba. 
GONZÁLEZ PÉREZ, Antonio Jesús. La Mezquita de Plata, un siglo de fotografías y fotógrafos de Córdoba. Córdoba 2007, Fundación Botí.
El coleccionista de instantes. 
RIBES MARTÍN, José. El Guadalquivir, recorrido gráfico del río. Córdoba 1984, Caja Provincial de Ahorros.