lunes, 26 de febrero de 2018

Graciela Iturbide.

Nuestra Señora de las Iguanas.

Si algo tengo claro es que cada día que pasa sé menos de esto de la fotografía. Ayer terminé un espectacular libro titulado Historia de las cámaras fotográficas. Una pieza indispensable en la biblioteca de cualquier fotógrafo y del que aprendí un montón sobre modelos y técnicas de todos los tiempos. Pero, cuando llegué al capítulo dedicado a los modelos Hasellblad, enumeraban algunos de los galardonados con este prestigioso premio y me sorprendió un nombre que no reconocía entre tantos maestros: Graciela Iturbide.

Inmediatamente me metí en un buscador y apareció la increíble obra de una fotógrafa mexicana que desconocía por completo. Por desgracia hasta hace poco, la historia de la fotografía ha cometido importantes olvidos al enumerar la obra de los autores más destacados. Un error muy común al ignorar el trabajo de los fotógrafos de países no europeos o norteamericanos, así como a las compañeras fotógrafas.

La obra de Iturbide está llena de influencias de las mejores corrientes fotográficas del siglo XX y que Gabriela utiliza para construir un lenguaje propio entre el realismo mágico y el surrealismo. Sin duda, una obra de gran calidad que merece la pena conocer y reconocer.


jueves, 15 de febrero de 2018

Taro y Capa.



Es increíble que yo, el tipo más anti San Valentín que exista, me acordara ayer, en la onomástica del dato patrón de los enamorados, de una de las historias de amor más reales del siglo XX. Una relación llena de luces y sombras, pero nada de esas de Grey, sino la más fotográfica de todas, la de Gerda Taro y Robert Capa. Mucho se ha escrito sobre esta pareja, aunque para mi nada cuenta tanto de su relación como la foto que Robert le hizo a Gerda dormida durante su estancia en España. Me parece de una ternura conmovedora.

Traigo todo esto a colación, porque de ellos juntos tan solo conocemos la célebre foto que Fred Stein les realizó en la terraza de un café parisino en 1935, mientras, sonrientes, tomaban unas bebidas. Por ello, me sorprendió mucho la foto que encabeza esta entrada. Una imagen que encontré accidentalmente hace unas semanas. La fotografía aparece en la portada del diario El Mono Azul del día 29-7-1937 y anunciaba el fallecimiento de Gerda. La calidad de la imagen es escasa, como solía ser habitual en la prensa de la época y no aparece firmada. 

En ella podemos ver a Taro con una cámara colgada de su hombro derecho, quizás una Leica, mientras Capa aparece trabajando y con la cara cubierta por una cámara de cine, quizás la Enyo. Un dato que nos induce a pensar que la instantánea está realizada en 1937, año en el que Capa realizó trabajos de cine para el documental The march of the time para la norteamericana Time Inc. Precisamente, este fue el año de su segunda visita a tierras cordobesas, donde precisamente Robert solo filmó y Gerda era la que fotografiaba. Ambos aparecen con ropa elegante y con una estética alejada de esa imagen de reporteros en el frente vestidos con el mono de milicianos, por lo que la instantánea podría estar realizada durante alguna estancia en una gran ciudad española. Sin duda, al menos para mí, se trata de una imagen más fría y profesional que la desenfada toma de Stein. En esta, el compañero que los retrató los captó distantes y en plena faena, pero muy cercanos

En definitiva, un pequeño descubrimiento que nos ilustra el trabajo de esta famosa pareja de fotoperiodistas.






jueves, 8 de febrero de 2018

Luz del norte.



Una de las obras de Erika Nyholm.
Un año más, la exposición del premio Pilar Citoler ha abierto sus puertas en la sala Vimcorsa. Tras trece años y nueve ediciones, este certamen se ha convertido en uno de los más destacados premios fotográficos de nuestro país e incluso, está comenzando a ser apreciado fuera. Su prestigio es tal, que desde hace varias ediciones reconocidos fotógrafos del panorama nacional participan en él. Algo que sin embargo no está apartando al concurso de sus claros objetivos: autores jóvenes con una formación académica en bellas artes y una obra contemporánea innovadora.

José Guerrero con la obra ganadora.
En esta IX edición, el galardón ha recaído en el granadino José Guerrero y su obra Carrara #1. Este se ha embolsado una interesante cantidad de dinero, pero quizás mucho más importante sea la exposición individual en la próxima convocatoria y la publicación de un libro monográfico con la todopoderosa editorial La Fábrica. La obra de Guerrero se podría encuadrar en ese documentalismo urbano contemporáneo tan en boga, aunque con un mirada altamente crítica con el urbanismo y las ciudades de nuestro tiempo.  


Por otro lado, la sala Vimcorsa además de mostrar la obra ganadora y las seleccionadas de esta edición, también acoge la muestra individual de la anterior ganadora, la finlandesa Erica NyholmSu trabajo se centra en el autorretrato y el retrato de su entorno de amigos y familiares. Una obra muy atractiva y que sin duda cumple con el estereotipo, al menos el que yo tengo, de la especial luz del norte. Una cita más que recomendable, especialmente en esta, hasta ahora, pobre temporada fotográfica 2017-2018 en Córdoba.