Más o menos llevo dos años de pelea con el vídeo. Fotógrafo por convicción desde siempre, este medio me está enganchando cada vez más. Pero entre mis limitaciones formativas, el poco tiempo para practicarlo y los limitados medios con los que cuento para afrontarlo con un mínimo de garantías, la verdad es que se está convirtiendo en un calvario su práctica.
Hace días se me ocurrió una serie de pequeñísimos cortos totalmente visuales de apenas un minuto. Pero todo se ha vuelto a torcer, el ordenador que no tira, que luego se rompe y la duda de si cambiar o no a la marca de la manzana, me han tenido las últimas semanas más pendiente del sistema operativo, de discos duros y software que del blog y el editor de vídeo. Y como soy un fuguillas, anoche, ya no pude más y con el mismo editor de la ventana monté mi primer microvídeo. No está perfecto, lo sé, pero, y creo que no es una excusa, la imagen en este caso es más importante que la técnica de edición. Ya me diréis si es verdad y lo he conseguido.