domingo, 9 de abril de 2017

Fontcuberta, la inteligencia fotográfica.



Hoy ha sido uno de esos días por los que te tiras dos años esperando a que llegue la Bienal. Y es que hemos tenido la suerte de volver a contar en Córdoba con Joan Fontcuberta. Un personaje único de las artes plásticas españolas y sin duda uno de los grandes agitadores intelectuales de la cultura visual en Europa. Yo tuve la suerte de conocerlo hace mucho mucho mucho tiempo en una galaxia cultural muy lejana gracias a mi amigo José Carlos Nievas, con quien me embarque, en mi por entonces nueva Yamaha Special, para ir a a Sevilla a ver su exposición Fauna. Por entonces, yo era un joven aún más ignorante de lo que lo soy ahora y claro el impacto de su obra fue brutal. 

Desde entonces, Joan no ha cesado de provocarnos con sus obsesiones, muy especialmente la mentira de la fotografía. En la actualidad es uno de los pocos creadores españoles que posee dos premios nacionales de las artes, uno en fotografía y otro en ensayo. Además, Fontcuberta es igualmente respetado y denostado tanto por los fotógrafos clásicos como por los denominados creadores contemporáneos, que por cierto de los dos bandos había esta noche en la abarrotada sala Vimcorsa.  

Pero para mi, más allá de su basta cultura y preparación, su gran valor es la de hacernos pensar de donde viene la fotografía y a donde va. Estaremos más o menos de acuerdo con sus postulados, pero esa reacción que su obra, sus textos o sus charlas propone nos obliga a pensar porqué estamos en esto de hacer fotos. Y cuando esto lo consigue con sencillez, un vocabulario muy accesible y encima sabiendo que es un rollo de TRI-X o un bote de Rodinal, me alegro una hartá de tener en nuestro país un intelectual de su talla.

Por cierto Joan, te he hecho caso y no he saturado más el universo de fotos con una de la conferencia, por lo que me he apropiado de una de tus fotos. Ya sabes solo por aquello de reciclar.

domingo, 2 de abril de 2017

Bienal de Córdoba: Manuel Jesús Pineda y la Guerra Civil en Córdoba.

Como todos sabréis de sobra, el pasado jueves abrió la Bienal Internacional de Fotografía de Córdoba. Aún no he podido ver muchas exposiciones, pero, por lo que he visto y más allá de La Maleta Mexicana, es indudable que es una Bienal con propuestas muy diferentes para gustos muy dispares. Algo que creo que es intrínsecamente muy bueno y eso que hay algunas propuestas que no me interesan lo más mínimo.

La Bienal es la gran fiesta de la fotografía en Córdoba, son muchas exposiciones y actividades en un periodo de tiempo limitado. Algo que nunca me ha gustado a la hora de intentar participar, ya que tanta oferta, y más si es de calidad, genera una competencia muy dura y puede hacer que tu proyecto pase desapercibido.


Ausencias de Manuel Jesús Pineda.

Por ello hoy os quiero recomendar que no os perdáis al menos dos exposiciones muy potentes. Una es el trabajo de Manuel Jesús Pineda titulado Ausencias. Sin duda una gratísima sorpresa que nos depara la Bienal Parela de este año y que al no estar en una de las salas del centro puede pasar desapercibida. Su autor la define como "una serie de rostros de pasajeros anónimos que en su quehacer diario se desplazan en los diferentes medios de transporte público de un lugar a otro de la ciudad".  Pero a mi modesto parecer detrás de estos retratos hay un profundo estudio sicológico de la soledad del ser humano en nuestra sociedad del siglo XXI. Unas imágenes que rayan en lo patológico y que derivan hacia una estética que retrotraen a un mundo entre la locura y el terror. Sin duda un enorme trabajo.


En las antípodas de este proyecto se encuentra la muestra Historia gráfica de la Guerra Civil en Córdoba. Se trata de la colección más importante reunida sobre el conflicto bélico en nuestra provincia propiedad de Juan Manuel Fernández. Un documento único que muestra como se fotografió la guerra desde los dos bandos con una presentación aséptica y un contenido completísimo. La exposición esta muy bien presentada y es de un gran nivel. Además, es un tema que no se había acometido nunca en nuestra Córdoba y que era muy necesaria.



De momento es mi primera impresión de la Bienal, que ya iré ampliando a lo largo de las próximas semanas según pueda ir visitando las distintas propuestas.