Felicidades Samuel, World Press Photo 2011





30 años no es nada. Arriba Yemen de Samuel Aranda y abajo el 23F por Manuel Barriopedro.


El pasado viernes estuve trabajando en mesa y a primera hora mientras editaba me enteré de la gran noticia: el fotoperiodista español Samuel Aranda conseguía, justo 30 años después que Manuel Pérez Barriopedro, el premio a la mejor foto del año en el World Press Photo. En seguida Twiteé y facebooké la noticia y me iba a lanzar a realizar una entrada en el blog. Sin embargo no pude, ya que blogger se colgó y por suerte me dejó tirado.

Digo por suerte, porque gracias a ello pude leer ese día los twets de Samuel que me llevaron a reflexionar un poco sobre la profesión y realizar este post más pausado y crítico. Aranda comentaba como una editor que hacía una semana no le cogía el teléfono para ofrecerle un reportaje, lo había llamado para felicitarlo. Y es que la profesión de fotógrafo está mal, pero la de fotoperiodista está de pena y que coste que yo no me puedo quejar, de momento soy un afortunado con contrato.

Creo que estamos ante la mejor generación de fotoperiodistas españoles y no porque ganen prestigiosos premios, sino porque día a día cualquiera lo puede comprobar en las páginas de cualquier diario o web del mundo. Este grupo de profesionales se ha adaptado sin problemas a la era digital y lo mismo te realizan un gran reportaje en Madrid, que en Misrata o en la plaza Tahrir, o un gran multimedia de Barcelona, Bagdad o Afganistan. Sin embargo les ha tocado vivir la peor era del periodismo, con una crisis de caballo en la que los medios, acuciados por los problemas económicos, están reduciendo plantillas, recortando en colaboradores y publican cualquier imagen venga de donde venga y sólo mirando si tiene los pixeles suficientes. Ya sólo importa rellenar el hueco, la calidad da igual.

A la crisis económica se ha unido la de modelo. La prensa, especialmente la escrita, se lanzo a la era de internet reventando su propio negocio. Se dedicó a regalar en sus webs los contenidos por los que cobraba en papel. Y cuando se dieron cuenta, ya era tarde y nadie quería pagar por leer lo que le habían dado gratis y se encontraba por todos lados. Además, informativamente los medios se han vuelto uniformes y salvo en temas de opinión, en los que en España si se han radicalizado las opciones, todos publicamos casi lo mismo. Es más, tengo una aplicación en el móvil que te enseña las portadas de los diarios españoles y hay muchos días que parece que estás viendo el mismo.

Pero no creáis que esta situación es sólo en nuestro país. Muchos profesionales españoles se ha lanzado al extranjero buscando una salida económica, pero la cosa me parece que está peor. Porque las grandes agencias de prensa internacionales, que por su potencia deberían de ser más justas en sus transacciones, han pagado 50 € por una foto a compañeros que se estaban jugando el pellejo en primera línea en Libia o en Somalia. Lo cual es una vergüenza y dan ganas de llorar. Por no hablar que si ese día coincide que Nadal está jugando la final de Roland Garros o el Barça en Champions, ya ni les interesa el material y te lo comes. 

Mientras en nuestro país nadie compra un diario ni por equivocación, los medios cierran, los grandes grupos de comunicación se fusionan o realizan ERES para echar a media plantilla a la calle y de camino reducen el sueldo a los peridistas y colaboradores que no van a la calle. ¿Hacía donde vamos? No lo sé. Sólo oigo decir una y otra vez que una sociedad sin medios de comunicación independientes y de calidad pierde democracia. Pero eso al igual que otras muchas cosas con esta maldita crisis parece que ya, a nadie le importa.

Si alguien quiere ver la galería de los premios pinchad aquí.

Comentarios

  1. Tú lo has dicho todo. Sólo me gustaría que la crisis de los medios se agravase y acelerase lo más posible, que su modelo podrido de negocio se vaya a la mierda y esperar que lo que venga detrás sea mejor. Porque peor, no puede ser.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares