Retrocámara
Empieza a ser, al menos para mi, obsesiva la atención que el universo bloguerofotográfico le está dedicando las últimas semanas a la nueva cámara FinePix X100 de Fuji. Entiendo que para los más veteranos sea una cámara atractiva por su estética retro, que recuerda tanto a los modelos Leica como a los primitivos modelos telemétricos de Canon y Nikon. Los análisis de expertos y compañeros, como el interesantísimo que ha realizado David Airob en The W Side, la ponen por las nubes.
No obstante, la veo una cámara muy poco comercial para los hábitos de los fotógrafos que sólo han conocido la tecnología digital. De hecho, a mi los visores telemétricos nunca me parecieron cómodos en las ocasiones que mi buen amigo Pepe Díaz me prestaba alguna de sus Leicas. Además a esta limitación hay que sumarle su óptica fija de 35 mm y su precio, algo alto, de 1000€ que reducirán sus posibles compradores.
Yo desde luego no voy a salir corriendo a comprarla, no por nada que me parece muy mona, sino por que ya pase mi época fanática de marcas y cámaras. Antaño fui un convencido usuario y defensor de los modelos Nikon. Pero cuando en mi trabajo comenzaron a suministrarme, por fin, el material en el año 1996 y dejé de comprarlo, me adapté a lo que tenía, y eso a pesar de que me cambiaron a Canon. Además en los últimos años he alucinado con las fotos que son capaces de hacer algunos compañeros con la cámara del móvil y me doy cuenta de lo poco importante que es la tecnología o la cámara más cara del mundo.
Por más que lleves el modelo más chulo y sofisticado del mercado, tus fotos no van a ser mejores. Sólo hay que tener .... eso .... Bueno no se que, quizás alma, ojo, visión, gusto, talento, estética o llámalo como quieras. Pero hay que tenerlo para conseguir imágenes que conmuevan y eso no lo da la X100 ni ninguna otra cámara, lo das tú.
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