Madama Lorichon o Joaquina Mayol: Primera fotógrafa andaluza


En la actualidad, en el mundo de la fotografía cada día hay más compañeras fotógrafas. Aunque en algunas disciplinas, como el fotoperiodismo, su presencia aún es escasa. Sin embargo, desde el mismo nacimiento de la fotografía hubo fotógrafas en nuestro país. Y eso en un tiempo en el que el papel reservado a la mujer solo era el de madre, esposa o hija. A pesar de ello, la fotografía fue un espacio profesional sin igual para la mujer del siglo XIX. Bien es cierto que la mayoría de estas pioneras eran profesionales foráneas, como el caso de la suiza Madama Fritz que, en 1844, ya realizaba retratos al daguerrotipo por media España. No obstante, solo unos años después, ya podemos encontrar por casi todo el país a las primeras fotógrafas locales. 



En Andalucía, desde hace unas décadas el honor de ser la primera retratista andaluza recaía en la almeriense afincada en Jaén: Amalia López Cabrera (Almería 1838-Madrid 1895). Sin embargo, como tantos otros descubrimientos en el mundo de la fotografía, esta distinción ha quedado obsoleta tras distintos estudios que, ahora, honran a la fotógrafa malagueña Madama de Lorichon o Viuda de Lorichon. Este es uno de los apellidos más ilustres de la historia de la fotografía en España. Pero tras el apellido Lorichon encontramos hasta a tres fotógrafos. El iniciador de la saga es el francés Enrique Lorichon y Jompy (Belabre 1800-Santander 1862), impenitente viajero que se instala por primera vez en España en la ciudad de Barcelona, en 1833, como miniaturista y litógrafo y, a partir de 1848, como daguerrotipista. Enrique viajará ofreciendo sus placas por casi toda la geografía española. En 1854, se traslada a Málaga, donde crea su propia galería de retrato, que posteriormente queda al cargo de su hijo Eugenio Lorichon Morelle (Bruselas 1827-Málaga 1859).





La maestría fotográfica de Enrique en la realización de todo tipo de retratos la transmite a su hijo Eugenio y este, a su vez, a su esposa: la malagueña Joaquina Mayol Bazo (Málaga 1830-1915) o, según las grafías, Joaquina Mayor Baro (1), con la que contrae nupcias el 23 de septiembre de 1855 (2) y que es la mujer tras la firma de Viuda o Madama de Lorichon. El matrimonio de Joaquina fue breve, ya que Eugenio fallece cuatro años después: el 14 de septiembre de 1859, aquejado de tisis. Durante este lapso no se conocen referencias de que Joaquina colaborara con su esposo y solo es apenas un año después de la muerte de Eugenio cuando, por un anuncio en la prensa malagueña, conocemos que Baro se hace cargo del estudio familiar. En esta nota publicitaria del 5 de agosto de 1860 en El Avisador Malagueño, la fotógrafa promociona su galería como “Retratos fotográficos por Joaquina Mayor de Lorichon”. Este anuncio es muy explícito y lo tomamos como clara referencia de su actividad fotográfica con su nombre.


“Retratos fotográficos por Joaquina Mayor de Lorichon.

Se hacen con la perfección de siempre y a precios arregladísimos, sobre papel, marfil, hule, cristal y estereóscopo. Calle Calderería, num. 5, cerca del correo, a todas horas y en todo tiempo”.


Una noticia que desbanca a la almeriense Amalia López como pionera nacida en Andalucía. De esta retratista se habían marcado sus inicios fotográficos a partir del año 1860, pero sin ningún tipo de dato contrastable y basándose en referencias totalmente subjetivas. De hecho, la primera noticia hemerográfica conocida del estudio de Amalia está fechada muy posteriormente, en el año 1866, y en esta, ni siquiera aparece su nombre, tan solo la dirección de su estudio. Por el contrario, la primera información de Joaquina, como hemos podido comprobar, si se remonta a 1860. Pero, además, el texto del anuncio de Mayol afirma que los retratos se hacen con la perfección de siempre, es decir que Joaquina domina la compleja técnica fotográfica decimonónica. Esta requería de muchos meses para dominar los distintos procesos y emulsiones que enumera la Lorichon en la prensa. Por lo que, como mínimo, Joaquina tuvo que aprender la profesión tras el fallecimiento de su marido en 1859, teniendo como profesor a su suegro o incluso anteriormente con su marido. Algo muy habitual, porque los estudios decimonónicos eran pequeñas empresas familiares, en las que esposas, hijos e hijas participaba en las diferentes tareas de la galería fotográfica. Unos datos que nos permiten concluir con rotundidad que, a fecha de hoy, Joaquina Mayol Bazo, Viuda o Madama de Lorichon, posee el honor de ser la primera fotógrafa andaluza de la historia.




En la actualidad, son más de una decena las muestras del trabajo de Baro que hemos podido estudiar. Todas ellas son retratos de estudio en el popular tamaño de tarjeta de visita. Un formato que, a partir de negativos al colodión húmedo, usaba el finísimo papel a la albúmina y que se pegaba sobre un cartón ligeramente mayor a la copia para darle solidez. Los fotógrafos imprimían en ellos su firma y otros datos de su galería, tanto en la cara del cartón como en el dorso. En los de Joaquina, junto a su domicilio de la malagueña calle Calderería 5, aparecen, según las piezas, dos firmas diferentes: Viuda de Lorichon o Madama de Lorichon. Otra prueba de la autonomía profesional de Bazo sobre su suegro, quien tras unos meses en los que ayudaría con el negocio a su nuera, vuelve a abandonar la capital malagueña para instalarse en Murcia en 1860. Pero Joaquina no renuncia profesionalmente al apellido de su marido, como era muy habitual en el siglo XIX, ya que era una marca reconocida y garantía de calidad en el ámbito fotográfico.


Los retratos de Mayol son de una buena factura técnica y destaca el elevado número de fotografías realizadas con un encuadre de busto. Una toma de primer plano del modelo que es poco habitual en los primeros años de vida de este formato, ya que requería de una gran destreza técnica para evitar el movimiento del personaje y conseguir una óptima definición del rostro. No obstante, sus composiciones de cuerpo entero también denotan un gran dominio de la pose y la iluminación con las que consigue retratos de gran elegancia y factura técnica.


Sin duda, un papel profesional muy destacado para una mujer en la España de 1860, que además  ya no es una fotógrafa de origen extranjero, sino de una andaluza. Así, la malagueña logra una importante visibilidad social desde su estudio fotográfico. Un protagonismo que se hace aún más patente en la capital de la Costa del Sol, en el año 1862, cuando la fotógrafa participa con sus trabajos en la Exposición Provincial de Industria y Bellas Artes organizada por la Asociación de Amigos del País de Málaga. Esta muestra fue inaugurada por la reina Isabel II y la Familia Real al completo con motivo del viaje regio a Andalucía de ese año. En ella, Madama de Lorichon cosechó un importante éxito, al conseguir con sus fotografías una medalla de bronce en el apartado de Bellas Artes, sección donde competía con todas las disciplinas plásticas y que nos reafirman en la valía artística de Bazo.







Por los datos que conocemos, la carrera fotográfica de Joaquina se prolonga entre 1860 y 1865, última referencia que, por el momento, se ha encontrado de la retratista malagueña con su inclusión como profesional en la Guía de Málaga de ese año. Una fecha en la que Joaquina traspasa su estudio de la calle Calderería al fotógrafo francés Edmundo Mulchor, quien al año siguiente lo traspasa a su vez al retratista malagueño Joaquín Sánchez. Tras abandonar su galería en la capital malagueña, perdemos la pista de Bazo, que reaparece fugazmente en la localidad almeriense de Cuevas de Almanzora, probablemente unos meses después de abandonar Málaga. En esta localidad trabaja como retratista ambulante el formato tarjeta de visita, atraída, con mucha probabilidad, por la riqueza minera de esta comarca del levante andaluz o quizás, simplemente, de paso hacia otra localidad mayor, en una carrera de retratista itinerante emulando a su suegro.


No obstante, los padrones malagueños nos devuelven noticias de la retratista a partir del año 1880, donde  aparece siempre como viuda y propietaria. Un estatus social y económico muy superior al de una sencilla profesional independiente y que nos permite apuntar los orígenes familiares de Joaquina, ligados a la alta burguesía de la capital malagueña. Una posición que, entre otras, le permitió dedicarse a actividades filantrópicas, siendo, por ejemplo, la primera mujer en formar parte de la junta directiva de la Cruz Roja de Málaga. Unas circunstancias que, quizas, explicarían el temprano abandono de su actividad como fotógrafa.


Notas:

(1) Los apellidos de Joaquina aparecen reproducidos, tanto en los registros oficiales como en la prensa, con pequeñas variaciones, erratas y diferentes interpretaciones de la ortografía, como Mayol o Mayor y Bazo o Baso. Nosotros tomamos los apellidos que aparecen en los registros oficiales, que nos merecen algo de más fiabilidad, aunque por estos datos apenas sea reconocida y estos también era común que contuvieran errores. 

(2) Muy propio de la época es el registro del matrimonio en el padrón, donde el marido aparece en el apartado de profesión como artista, pero el modelo registra ni tan siquiera imprime la opción laboral para las mujeres.


Bibliografía, hemerografía y archivos:


-FERNÁNDEZ BOLEA, Enrique. Relatos fotográficos de Almería en el siglo XIX. Luces en la historia. Arráez Editores. Cuevas de Almanzora, 2018.

-FERNÁNDEZ RIVERO, Juan Antonio. Historia de la fotografía de Málaga durante el siglo XIX. Málaga: Miramar, 1994.

-FERNÁNDEZ RIVERO, Juan Antonio y GARCÍA BALLESTEROS, María Teresa. Tras los pasos de  Lorichon. Málaga: Blog Colección Fernández Rivero, 2018.

-GARCÍA FELGUERA, María de los Santos y MARTÍ BAIGET, Jep. “Barcelona i la daguerrotípia”. En: El Daguerreotip. L’inici de la fotografia. Barcelona: Ajuntament de Barcelona-Arxiu Fotografic de Barcelona, 2014.

-GONZÁLEZ PÉREZ, Antonio Jesús. Andaluzas tras la cámara. Almería: Centro Andaluz de la Fotografía, 2021.

-LARA MARTÍN-PORTUGUÉS, Isidoro y LARA LÓPEZ, Emilio  L. La memoria en sepia. Historia de la fotografía jienense desde los orígenes hasta 1920.

-RODRÍGUEZ MOLINA, Mª José y SANCHIS ALFONSO, José Ramón. Directorio de fotógrafos en España 1851-1936. Valencia: Archivo General y Fotográfico de la Diputación de Valencia, 2013.

-Actas de la Sociedad de Amigos del País de Málaga del 19 de julio de 1863.

-El Avisador Malagueño.

-Padrones municipales de la ciudad de Málaga.

-Registros de defunción.

-Registro matrimonial.

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