El valor de la imagen
El otro día me invitaron a dar una charla en la Escuela de Artes y Oficios. Pasé una rato fenomenal, pero lo que más me colgó fue una pregunta de un alumno:
¿Tu cuantas exposiciones de venta has hecho?. Mi respuesta ya os la podéis imaginar: Ninguna.
Y es que la verdad no sé cuantas exposiciones he realizado en mi vida, pero lo que se dice vender fotos sólo una vez. No es por escusarme, ya sé que mis fotos son muy malas o muy feas, pero en España no ha habido tradición de coleccionismo fotográfico, nada que ver con los hábitos de otros países como Estados Unidos. No os habéis fijado en las series o películas norteamericanas que no entran los actores en una casa que no hayan colgadas fotografías en sus marcos. En nuestro país, salvo contadas excepciones, todo lo más que existía era el colegueo entre compañeros cuando nos pedíamos una foto por intercambio. Aunque, esto hace ya unos años que ha cambiado desde que el arte contemporáneo adopto como uno de sus principales soportes de expresión a la fotografía. Desde entonces la imagen fotográfica se ha convertido en un objeto de deseo y sobre todo de cierto comercio.
Ahora mismo la casa de subastas barcelonesa Soler y Llach tiene dos importantes subastas monográficas a la venta el 27 de Mayo de los fotógrafos consagrados Cartier Bresson y Centelles. La verdad es que los precios no están caros y ya me encantaría comprar la famosa foto de Herry que realizó en Córdoba. Vale sólo 1.800 euros cuando hace dos años vendían otra copia en Sotheby´s por 6.000. Así que si os sobran unos cientos de euros podéis realizar una buena inversión.
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