Nada es verdad, todo es mentira

Fotografía de la niño Kong Nyong, por Kevin Carter

Así reza una canción de Manu Chao y que me vino a la cabeza el otro día cuando me encontré en la web del diario El Mundo un vídeo muy interesante sobre el fotógrafo Kevin Carter. No sé si os suena, pero seguro que la foto por la que se hizo tristemente famoso la habréis reconocido. El diario parece que ha descubierto que la causa por la que Kevin se suicido, la polémica por no haber ayudado a la niño y evitar su muerte, no fue tal y el pequeño murió años después. Dos historias dramáticas que si os interesan os dejo los enlaces del documental que realizaron sobre su vida (aunque fragmentado está muy bien) y la información del Mundo en formato vídeo.

Comentarios

  1. AJ, por si alguien le interesa ver el documental de una sola vez, la Ministra Sinde me ha dado este enlace donde se puede descargar de manera integra (¡que buena es la Sra Ministra!) http://www.megaupload.com/?d=LA4SXGSF

    No recuerdo donde lo vi o leí, pero parece demostrado que la foto no influyó en Carter para tomar su decisión de suicidarse, o al menos no fue el motivo principal. Además, el niño no se estaba muriendo, sino defecando en las inmediaciones del campo de refugiados y lo último que se sabe es que sobrevivió a aquello y murió hace cuatro años.

    Un saludo.

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  2. Efectivamente, en ese enlace se encuentra completo el documental y también cuentan en la información de El Mundo lo que comentas de Kevin.

    Saluditos

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  3. Hola, AJ. El periodismo está lleno de polémicas, y parece que el fotoperiodismo aún más. Pero ésta, sinceramente, no la entiendo. Permíteme que te copie una respuesta que escribí a propósito de este tema en otro sitio:

    Durante un año, estuve trabajando en un centro nutricional no muy lejos de donde está sacada esta foto, en el Chad. No como fotógrafo sino como miembro de una organización humanitaria. Al centro llegaban niños de toda la región, pues estaba dentro del hospital de referencia.

    Decir que la niña pudo morir de hambre, o que no fue alimentada, porque Carter y Silva no la ayudaron es una estupidez, fundamentada en cómo la gente en Occidente se cree que funcionan estas cosas. Igual corresponde a los periodistas ser un poco más sutiles y explicar un poco más los contextos.

    Yo no estaba allí, pero es evidente que esta niña tenía familia más cercana o más lejana que se estaba haciendo cargo de ella, porque en un sitio como Sudán todo el mundo tiene familia y en este tipo de situaciones la solidaridad entre ellos es impresionante. Si en ese momento la dejaron sola es porque se fue a defecar, como decía Carter, y al rato o volvería o -si realmente no tenía fuerzas- la echarían en falta e irían a buscarla. Aún tendrían más prisa en buscarla porque era el día en que llegaba un avión con comida.

    Pero además llegó un avión de NNUU, ¿no? Bueno, pues no se envía un avión con comida sin hacer antes un censo y enviar trabajadores por tierra (o en el mismo avión, tanto da) a organizar el reparto. Muchos trabajadores porque un avión es un aparato muy grande, que garantizan que todo el mundo recibe lo que le corresponde, incluyendo la familia de la niña.

    Como decían Nachtwey y Salgado en sendas entrevistas, las fotos de las hambrunas se toman en los alrededores de centros nutricionales. Por razones obvias hay más 'material' y porque el acceso a los sitios más remotos es mucho más difícil o imposible.

    Así que Sudán pasa una guerra de décadas con importantes gobiernos apoyando a uno u otro bando y el malo de la película va a ser el fotógrafo.

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