¿Podría ser la fotografía más antigua de la historia?


La histórica Vista desde la ventana de Grass, a la izquierda su estado actual y a la derecha tratada para poder verse, realizada por Joseph Niépce en 1826.

Esta semana ando algo cabreado con un artículo que he leído en una web, por cierto una de las pocas que van quedando especializadas en fotografía, donde "descubrían" hace un año que la célebre Vista desde la ventana de Grass de Joseph Niépce no es la fotografía más antigua de la historia, sino la fotografía conservada más antigua. Algo que ha sorprendido a muchos lectores y que por otro lado es absolutamente cierto y conocido desde siempre, ya que no solo es uno de las varias pruebas que realizó el inventor francés, sino que de forma simultánea otros científicos estaban investigando en procesos similares de los que no nos han llegado trabajos. 



Vista de Córdoba desde el Guadalquivir, la nueva fotografía más antigua de la ciudad, por el momento, realizada por Pierre Émile Joseph Pécarrère, 1851 Ca.

Esto me ha llevado a pensar para que puñetas ha servido el trabajo de tantos historiadores, porque sí ni un experto en fotografía sabe leer un texto histórico, que pasará con un lector medio. En cualquier parcela del saber, y me atrevo a afirmar que de la vida, el conocimiento absoluto es una quimera. Y hasta el más reputado científico puede ver como en cualquier momento tumban sus teorías. Pero en el campo de la historia, esta realidad es aún más acusada, ya que los historiadores trabajamos con información limitada por el natural paso del tiempo y a la visión del puzzle de la historia que ofrecemos siempre le faltarán piezas. Por ello, cuando escribimos no se nos cae de la pluma, bueno del teclado del ordenador, las expresiones condicionales. En mi caso: esta fotografía podría ser ... , se trataría del fotógrafo ... , con los datos que manejamos posiblemente estamos ante ... , o la habitual ... a fecha de hoy se trata de la fotografía más ..., por no hablar del uso de la habitual fecha circa o aproximada. Unas formas que permiten construir hipótesis, que no axiomas, y que con el paso del tiempo y el hallazgo de nuevos datos permiten reformular o modificar esos planteamientos. Por ejemplo, mi primer libro, La Mezquita de Plata, editado en 2007, hace tiempo que requiere de una revisión, ya que al menos un 30% de sus datos han quedado, en solo 16 años, desfasados. Otro ejemplo más reciente es el de este verano, cuando publiqué en Diario Córdoba el hallazgo de la nueva fotografía más antigua de la ciudad, sí se leía más allá del titular, afirmaba que no solo era por el momento, sino que hay constancia de que existen fotografías más antiguas, pero que aún no han aparecido. Así que, queridos lectores, colegas, periodistas y demás, cuando nos leáis pensar que nuestro trabajo es más que un titular.


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