Icono pop cordobés

Dora la cordobesita retratada por Compañy para el semanario Mundo Gráfico.

Durante el siglo XX, la cultura popular, especialmente la norteamericana, construyó todo un panteón de nuevos dioses. Personajes casi siempre relacionados con las artes escénicas y el mundo del espectáculo, cuyo éxito profesional o su atractivo personal los convirtió en ídolos para el pueblo llano, convirtiéndose su imagen en modernos iconos de la sociedad de masas. Aunque el fenómeno es mucho más antiguo, su concepción moderna esta ligada a la aparición de la fotografía, que construye una imagen pública de la persona para su difusión, aunque en la mayoría esta pose sea ficticia. 

Ya en el siglo XIX, los primeros retratistas crearon catálogos de los personajes más célebres del momento. En España, uno de estos pioneros fue el francés Jean Laurent, en cuyo archivo comercial convivían retratos de la reina Isabel II, con el de generales o ministros, pero también con pintores, escritores, artistas de circo o toreros. Los fotógrafos fabricaban con sus cámaras una instantánea que, si tenía éxito, se fijaba como un símbolo en el imaginario popular. Una imagen que en algunos casos era de tal impacto que llegaba a suplantar y sustituir la imagen real de la persona. El fenómeno se afianzará con el nacimiento de las primeras revistas gráficas de comienzos del siglo XX. Estas publicaciones llevaban a sus portadas los retratos de las celebridades más populares del momento.

En Córdoba, sin duda, los primeros iconos de la cultura popular fueron los toreros. Los retratos y postales de Lagartijo, El Guerra o Machaquito eran venerados por toda la ciudad por sus seguidores. Pero, más allá de los califas del toreo, la ciudad tuvo otros referentes de impacto nacional entre las masas: el pintor Julio Romero de Torres o, en menor medida, los políticos Niceto Alcalá Zamora y Alejandro Lerroux. Sin embargo, son escasos los iconos femeninos cordobeses reconocidos en el ámbito español. El más célebre, incluso hoy día, sea el de la joven Teresa López modelo del lienzo La Chiquita Piconera de Romero de Torres. De igual impacto en su tiempo, pero que hoy es una gran desconocida para el gran público es la cantante Dora la cordobesita. 

También conocida como La Niña por su precocidad en el arte de la canción y el baile, fue una de las grandes figuras españolas de la canción en el periodo 1914 y 1927. Dora, además de ser también modelo de Julio Romero, protagonizó bellísimas portadas y postales, realizadas por algunos de los mejores fotógrafos españoles de su tiempo como Compañy, Calvache o los cordobeses Torres y Linares. No obstante, su pronta retirada de los escenarios tras casarse con el diestro Chicuelo, así como el inexorable paso del tiempo hacen de ella hoy una gran desconocida en Córdoba de la que solo nos quedan algunas de sus fotografías.


                             








                   





                 



                                           





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